lunes, 26 de septiembre de 2016

DRAGON BALL MULTIVERSE NOVELA 23



Autor: Salagir, Gogeta JR, Asura.
Web: Dragon Ball Multiverse




Pan del Universo 18 y su homóloga del 16 continuaron jugando juntas mientras disfrutaban de los refrigerios que los vargas ofrecían antes de la próxima pelea. Se estaban divirtiendo en el gran baldío que se apreciaba debajo del ring, hasta que decidieron visitar al Universo 6.

Cuando llegaron, se dieron cuenta de que la joven Kat aún tenía lágrimas en los ojos. De rodillas, intentaba cambiar la opinión de sus amigas, para abandonar el torneo y volver a casa inmediatamente.

Las dos Pan saltaron el muro y fueron a su encuentro. Animada por una de sus amigas, Kat se puso de pie, manteniendo aún una cara triste. Las cuatro jóvenes se pararon frente a las dos niñas.







—¿Qué quieren? —preguntó la de pelo rubio, que cogía con la mano derecha una espada que colgaba de su cadera.

—Este no es lugar para niñas, ¿sabes? —dijo otra, con el pelo largo y negro.

—¡Ja! ¡No te engañes! Somos mucho más fuertes que ustedes —se permitió decir Pan del Universo 16.

Mientras tanto, Pan del Universo 18 se sorprendió un poco. Ella también pensaba que todos los de su universo eran más fuertes que ese grupo de cuatro chicas; sin embargo, no se atrevería a decirlo justo en frente de ellas. ¿Podía ser esa una de las diferencias entre ella y su álter-ego del Universo 16? ¿Y podría, incluso, ser por influencia de Vegetto?

El grupo de chicas del Universo 6 guardó silencio. Una de ellas casi comienza a discutir, pero terminó cambiando de idea. Habían visto luchar a mucha gente de los universos 16 y 18: estaban esos saiyanos, Goku y Vegeta, e incluso la pequeña, Pan, consiguió vencer a otro. Ellas conocían «bien» a los saiyanos, gracias a sus libros de historia, y sabían que no eran algo fácil.

La mujer que permaneció detrás del grupo, con el pelo negro y corto, giró hacia su espalda, en dirección a Bojack y sus dos amigos. También lo conocían a él. Bojack era un villano que causaba terror en su galaxia; era un verdadero pirata. Afortunadamente para ellas, el grupo de Bojack no sabía nada acerca de su existencia… hasta ahora. Se preguntaron si no fue un error por su parte haberse inscrito en el torneo.

—Sabemos que estamos lejos del nivel de algunos de los que combaten aquí, incluyendo a Bojack—dijo finalmente la del cabello rubio—. Pero nosotras haremos todo lo posible, así que mejor ocúpense de sus asuntos.

Kat miró a su amiga, la cuál parecía decir «da lo mejor de ti», pero siguió pensando que eso no era suficiente y que lo mejor sería abandonar. A su lado, la chica de pelo largo asintió. El grupo de chicas del Universo 6 había platicado con mucho gusto acerca de esto con Bra del Universo 18, pero ya era demasiado. Al menos para ella, conversar con niñitas no era de su agrado.

—Su atención, queridos amigos —empezó a decir uno de los vargas—. ¡La siguiente pelea comenzará en unos minutos!

—Será mejor que nos vayamos —dijo una Pan a la otra, un poco decepcionada por haber perdido algo de su limitado tiempo en el Universo 6.

Dándose la mano, saltaron la muralla y luego corrieron hacia sus respectivos universos.

—Es sorprendente —dijo Bojack cruzado de brazos—. Estas chicas nos conocen... ¡Sin embargo, nosotros nunca hemos oído nada de ellas!

—No suponen una amenaza para nosotros, no hay porqué preocuparse —agregó Zangya pasando una mano por su largo y dorado cabello.

—Las destruiremos cuando volvamos a casa y encontremos su escondite —dijo Bujin.

—¡Deberán subir al ring Cell del Universo 17 y Dabra del Universo 11! —anunció un varga púrpura.

Esta noticia complació a muchos. En el Universo 11, Dabra descruzó sus brazos:

—Jeje, ¡por fin me toca! —dijo complacido.

Empezó a calentar moviendo los brazos ampliamente, sonrió, y después de darle una mirada a Babidi, voló hacia el ring.

—Majin Buu —decía Babidi con una sonrisa sádica—, si Dabra pierde, te autorizo para que te lo comas.

El Djinn saltó de alegría y gritó su nombre. Después de varias decenas de segundos de euforia, finalmente se detuvo para ver la batalla que iba a comenzar. Sólo tenía un deseo: ¡Ver al demonio perder!

En el espacio del Universo 17, Cell sonrió y dijo con goce:

—Ah, por fin. Este torneo empezaba a ser muy aburrido... ¡Nunca estoy en el ring!

Con su ego en alto, el mismo continuó, ignorando a su pequeño Cell Jr. que aún estaba debajo entre sus piernas.

—Pero al menos hay muchos adversarios prometedores —dijo, pensando principalmente en los universos 16 y 18 que eran los que mejor conocía.

Pero también había un universo con Freezer, el cual le parecía interesante, al igual que algunos otros, como Trunks y #16 en el Universo 12, #17 y #18 en el Universo 14, ese tipo del Universo 6, y se seguía preguntando si podría derrotar al Majin Bu del Universo 11 y sus poderes de regeneración.

—Espero que este Dabra sea lo suficientemente fuerte —continúo Cell antes de dejar su espacio.

En silencio, voló hacia el ring, y aterrizó suavemente, con los brazos cruzados frente al demonio.

En los universos 16 y 18, Gohan y Piccolo discutían sobre el combate que se avecinaba:

—Ahora podremos ver el poder de Cell —dijo Gohan.

—Eres el único que ha luchado contra ambos. Eres el más indicado para compararlos —dijo Piccolo con los brazos cruzados, mirando hacia el ring.

—Veré este combate con mucha atención, de eso puedes estar seguro —respondió su ex alumno.

Detrás de Piccolo y Gohan, en el Universo 16, Vegetto estaba apoyado contra la pared de la entrada. Él también estaba ansioso por ver esta pequeña batalla. Bra se unió a él apoyándose contra la pared a su lado, así podrían charlar tranquilos.

En el Universo 18, detrás de Gohan y Piccolo, estaban Goku y Vegeta.

—¡No puedo esperar para ver el progreso que hizo Cell! —exclamó Goku.

—Pues no parece haber cambiado en absoluto —respondió Vegeta.

—Hum... ¿Te parece? —preguntó su rival, con una mirada interrogativa.

—De todas maneras, si llega a ganar las dos rondas siguientes, se enfrentará contra mí, ¡y podré masacrarlo!

—Hey, creo que vas demasiado rápido Vegeta, tienes que vencer a Trunks primero.

—Tiene un buen nivel, pero no es tan fuerte como yo.

—Durante el Torneo de Cell ustedes estaban muy parejos en términos de fuerza... Todavía me pregunto quién de ustedes dos hubiera ganado en un duelo.

—¡Obviamente yo, Kakarotto! ¡No pongas en duda mi superioridad!

—¡Oye Vegeta! —dijo Goku repentinamente—. ¡Nunca me has contado cómo fue tu entrenamiento en la Habitación del Tiempo! ¡Cuéntame!

—No.

—¡Vamos!

—No recuerdo —sentenció Vegeta.

—Pero si…

—¡No!

—Voy a preguntarle a Trunks...

—¡Kakarotto!

—¡Sólo bromeaba!

El varga presentador interrumpió a los dos «ene-amigos»:

—¡Los luchadores están en su lugar! ¡Que comience la batalla!







Aclamados por miles de espectadores, Cell y Dabra se preparaban en silencio.

—Dime —comenzó Dabra—, ¿por casualidad nos conocimos en tu universo?

Cell rápidamente pensó varias respuestas posibles. Bien podría decir la verdad... o mentir. Él escogió la respuesta más adecuada, y la más entretenida:

—¿Quién sabe? ¿Y tú?

—Nunca. ¿Qué te parece un calentamiento?

Cell no dijo nada. ¿Un calentamiento? ¿Por qué no? Después de todo, él no lo conocía en absoluto. Mejor irse con cuidado.

Con una sonrisa, Cell aceptó la propuesta. Descruzó los brazos, abrió las piernas ligeramente para tener mejor apoyo, y esperó. Dabra se dio cuenta de la posición defensiva de Cell. Después de sonreír también, atacó.

El puñetazo que lanzó directo a la cara de la criatura verde iba con una lentitud excesiva. Cell lo detuvo fácilmente con una mano y atacó con la otra, lejos de estar en su máximo. Dabra esquivó el ataque girando sobre sí mismo. Agarró la mano con la que Cell lo había detenido, y se aprovechó de su movimiento para sumar fuerza, enviando a Cell a volar. Pero este último maniobró sin dificultad para detenerse a unos pocos metros por encima del suelo. Con la cabeza hacia abajo, vio que Dabra se lanzó de nuevo. Eludió sin dificultad varios puñetazos y patadas antes de ser sorprendido por unos ataques más rápidos que otros. Siendo golpeado en el cuello, rápidamente cayó al ring, pero se detuvo con sus piernas, quedando por unos segundos de cuclillas. Mientras, Dabra se puso frente a él en silencio:

—¿Entonces? —le dijo.

—Es interesante... —respondió Cell al mismo tiempo que atacaba.



Esta vez, fue él quien comenzó a lanzar ataques más rápidos y precisos. Dabra los esquivó por un tiempo antes de recibir un codazo en el estómago que le hizo escupir. Tomó un pequeño respiro durante un corto tiempo, contraatacó con una patada sobre la rodilla derecha de Cell, quien se lo veía venir. Viendo como caía de rodillas, Dabra intentó un codazo sobre su nuca, que fue en vano ya que Cell hizo una pequeña voltereta para esquivarlo. Levantándose rápidamente, él volvió a lanzarse sobre Dabra, un poco menos en broma y un poco más serio. Los golpes rápidos y potentes se intercambiaron a una velocidad increíble. Varias veces, cada uno de los dos oponentes logró golpear al otro. Algunas ondas de choque se sintieron durante el intercambio de golpes. Finalmente, tras varios minutos en los que ninguno de los dos combatientes tenía ventaja alguna sobre el otro, se separaron.

Ahora de pie a unos diez metros de distancia uno del otro, la verdadera batalla iba a comenzar. Dabra tomó una nueva postura, y le dijo a su oponente:

—Ahora... ¡Voy a demostrarles a todos lo que es un verdadero demonio! ¡No me voy a contener!

Cell sonrió. Le gustaba la idea de no contenerse más. También planeó aumentar el nivel. Dabra atacó, seguro de sí mismo, abalanzándose sobre su oponente, con el brazo derecho extendido hacia delante y la mano abierta, mientras que mantenía el puño izquierdo cerrado, listo para golpear a Cell. Cell evitó dejarse agarrar del cuello por la mano derecha de Dabra y luego esquivó el puñetazo que intentaba tocarlo en la cara. Dando dos pasos hacia atrás, detuvo un codazo que Dabra intentaba darle dando una vuelta. Tomando impulso, se volteó una vez más, para finalmente asestar un codazo sobre Cell.

Éste cayó al suelo, enfadándose. Dabra despegó mientras Cell se levantaba. El demonio cambió su sonrisa por una actitud más guerrera y se lanzó sobre la criatura verde que era su oponente. Su contrincante, de igual manera, saltó hacia el demonio. Sus brazos impactaron de forma violenta. Su velocidad les hizo dar la vuelta antes de ser separados de nuevo. Los dos guerreros se voltearon y lanzaron al mismo tiempo una bola de energía, que al estrellarse explotaron dejando por un momento una nube de polvo. Dabra y Cell ya se habían recuperado rápidamente para luchar de nuevo en combate cuerpo a cuerpo.



Ningún espectador podía ver cómo la pelea se estaba llevando a cabo bajo la nube de polvo, pero antes de que se disipara, Dabra salió disparado para caer de pie sobre el ring. Cell descendió verticalmente, poco a poco, sonriendo a su vez, claramente feliz de haber pateado a su oponente.

—No lo estás haciendo nada mal —dijo Dabra cuando Cell puso los pies en el suelo.

—Aún no has visto nada —retrucó Cell.

Esta forma de responder le disgustó al demonio rojizo, que, después de apretar sus puños y dientes, se lanzó una vez más sobre Cell. Este último logró ver muy fácilmente los grandes movimientos de su oponente. Rápidamente contrajo sus músculos y contrarrestó violentamente el ataque del subordinado de Babidi, dándole una violenta patada. Dabra tuvo tiempo suficiente para frenar su velocidad y poner sus brazos delante de él para defenderse de la patada. El choque fue más violento que cualquier otro golpe que se había dado hasta ahora. Bajo la onda de choque, se quebró el ring alrededor del punto de impacto. Dado que el polvo se acumulaba en el centro de la onda de choque, el público no podía ver más que imágenes difuminadas de los luchadores.







Dabra sintió un fuerte dolor en los antebrazos, pero atacó con un golpe directo que lanzó a Cell a volar con un fuerte dolor en la mandíbula, y sin poder defenderse de Dabra, que lo había agarrado con ambas piernas. El Rey de las Tinieblas comenzó a girar rápidamente sobre sí mismo: después de varias decenas de vueltas, cada vez tomando más y más velocidad, lanzó a su oponente sobre el la arena. Cell se estrelló provocando otra masa de polvo. Dabra no esperó mas tiempo. Con el brazo hacia adelante y la palma abierta, gritó cuando lanzó un ataque de ki muy poderoso y concentrado. La bola de energía se estrelló en el ring, el cual se destruyó por la mitad bajo el impacto.



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