lunes, 26 de septiembre de 2016

DRAGON BALL MULTIVERSE NOVELA 16

Autor: Salagir, Gogeta JR, Asura.
Web: Dragon Ball Multiverse




Un guerrero, que se despertó debido a las explosiones de los misiles, bostezó en una habitación situada en el espacio 4. Se levantó, literalmente, de un bote y se rascó un trozo de la antena de su cabeza, notando una sensación extraña. Había tenido algo parecido a un presentimiento inherente a él no muy lejos de ahí. La criatura rosa bípede hizo tres pasos hacia adelante y miró hacia la salida... concretamente en el ring donde se estaba disputando un combate.

—Hum. O sea que era esto —dijo para sí mismo el gran guerrero.

Comenzó a realizar unos estiramientos y decidió salir a su espacio para hacerse visible a la resta de participantes de los otros diecinueve universos.

Después de recoger su brazo, Uub sentía que la adrenalina le recorría todo el cuerpo. El dolor se había desvanecido y ya no estaba nada fatigado. Pero sabía que solo era algo temporal. ¡Tenía que encontrar la mejor manera de curarse, sino todo se iría al garete!

Saltando rápidamente, aterrizó delante de sus amigos del universo 18:

—¡Rápido! ¿¡Podéis arreglarlo!?

Instintivamente, le formuló la pregunta a su maestro Son Goku, pero éste, desprevenido, no sabía qué responder:

—Emm...

—No has sido bastante prudente —declaró Vegeta con los brazos cruzados y la cabeza hacia arriba, con ese aire de superioridad que lo caracterizaba.

—¡¡No estoy pidiendo eso!! —vociferó el joven con pánico.

Jadeó durante unos segundos. Escuchó cómo los tipos del universo 19 comenzaban a agitarse. Algunos estaban llenos de ira por su culpa.

—¡¡Ha matado a Tidar!! —gritó súbitamente el más nervioso, intentando saltar el pequeño muro que los separaba. Dos de sus compañeros y después un tercero, intentaban retenerlo. Trunks y Goten, más bien por curiosidad que no por defender una invasión de su espacio, se aproximaron por si a caso. Trunks trató de calmar los ánimos:

—Vamos, resucitará al final del torneo.

—¿Tenéis semillas senzus? —preguntó Ub, cuya prioridad era curar su brazo.

—Ah, no... —respondió Goku.

Ub bajó su cabeza. ¿Qué podía hacer?

—Dícelo a un Namekiano —propuso Pan mientras percatándose de que Piccolo volvía a su espacio.

«¡Buena idea!»

De hecho, les habían prometido curación siempre y cuando estuviera dentro de sus posibilidades y se produjera durante un combate... Pero... ¿realmente un Namekiano sería capaz de reconstruir un brazo entero, o simplemente de volver a unirlo al cuerpo? Nuestro héroes se quedarían sin saber la respuesta, pues antes de que llegasen los organizadores, alguien les hizo una propuesta:

—Yo puedo curarte tu brazo... —dijo una voz detrás del manco —, pero no será gratuito.



Uub se giró y se encontró cara a cara con... Babidi. Éste volaba por encima del murito pero sin sobrepasar la frontera entre el espacio 18 y el centro del estadio. Estaba acompañado de Majin Buu a su derecha y de Dabura, quien permanecía a su izquierda con los brazos cruzados y sonriendo. De los tres, el demonio era quien tenía la apariencia más amenazadora. Babidi era arrugado y poca cosa y Majin Buu era como un bebé gigante que comía chucherías. Pero las apariencias engañan.

—¡Buf! Ni siquiera serás tú quien me cure, lo hará tu Majin Buu —replicó Uub con serenidad mientras seguía perdiendo sangre—. ¡Y pensar que mi poder viene de ti! —dijo mirando al genio rosa.

De hecho, un día Uub le preguntó a Goku sobre la procedencia de su poder. Su maestro le explicó todo sobre Babidi y Buu. Entonces, fue la ocasión ideal para explicarle toda su historia, especialmente la de Freezer y Cell.

—¡Tus malas proposiciones no nos interesan! —aclaró Piccolo aproximándose con los brazos cruzados y un cierto aire amenazador pero prudente.

—Qué pena, pues desángrate entonces —contestó Babidi sonriendo y sacudiendo sus hombros.

De repente, el brazo de Uub comenzó a iluminarse extrañamente con una luz viva y pálida. Con un sonido indescriptible, el brazo del joven se colocó automáticamente en su hombro herido. La herida desapareció en un segundo, el brazo estaba totalmente unido a su cuerpo y los trozos rasgados de ropa también fueron restaurados.

uUb se encontraba completamente regenerado de su combate: su respiración se volvió calmada, su ritmo cardíaco disminuyó mucho, se sentía totalmente descansado y su transpiración se detuvo. Esto le sorprendió. Miró a Babidi, quien estaba tan anonadado como él. El brujo se giró hacia Majin Bu para gritarle:

—¡Buu, no te he dicho que le cures!

Pero la criatura grandiosa no entendía qué acababa de pasar. Por tanto, el ejecutor de eso andaba cerca: tan recto como un palo y con los brazos cruzados de la misma manera que Vegeta, la punta de su antena aún brillaba. De color rosa, una buena musculatura y con agujeros en los pectorales, brazos y cabeza, la criatura tenía una extraña expresión. Parecía amistoso y agresivo a la vez, dando la sensación de que se enojaría con facilidad, pero también que se podría mantener una conversación amistosa con él. Uub estaba realmente extrañado. Por alguna razón que él desconocía, lo encontraba más bien afable que no otra cosa. Se dirigió hacia él mentalmente hablando:

—¡Muchas gracias!



—¡Es... Buu! —dijo Piccolo sudando delante de aquel ser que destruyó la Tierra. ¡Era el mismo contra el cual no había osado enfrentarse cuando Gotenks se desfusionó justo antes de la llegada de Gohan!

—Es el mismo contra quien luchamos —declaró Goten. Trunks, a su lado, asentía.

—No, mirad su antena —rectificó Gohan—. Parece más fuerte...

—Solo lo he hecho para fastidiar a Babidi —empezó a decir Buu después de que la gente empezara a hacer hipótesis sobre él—. O quizás porque tienes un poco de Bu en ti —continuó diciendo mirando a Uub—. O puede que todas las personas que he absorbido, me hacen sentir próximo a vosotros —dijo mirando a todos los del universo 18.

—¿Incluso yo? —preguntó Goku pensándose que él podría haber sido una excepción.

—Por supuesto.

Era una respuesta clara, que posteriormente se le añadiría una explicación adicional:

—Todo lo que existe y tiene poder en mi universo ahora está en mí.

Los miembros del universo 18 no dijeron ni una sola palabra delante de la amenaza más grande que habían tenido nunca... y, además, si era cierto que había absorbido a todo el mundo, ¡su poder debería de haber aumentado hasta alcanzar límites insospechados! No obstante, no dejaba transparentar nada y no desprendía ni un solo ápice de Ki. «Por eso no he notado cómo llegaba —conjeturó Gohan.»

A su lado, Babidi estaba paralizado. ¡Estaba ahí! ¡Delante de sus narices! ¡Solo podía ser él! ¡El auténtico Majin Buu que había deseado resucitar con todas sus fuerzas! ¡Y no esa bola de grasa rosa que le había sacado de sus casillas durante los últimos veinte años! Hay que remarcar que Babidi no había visto nunca la creación de su padre antes de liberarle... y que solo había visto a ese infante obeso.

—¡Majin Buu! —gritó eufóricamente con los brazos alzados y la boca bien abierta.

—No.

Era una respuesta rotunda. Su mirada era tan dura que daba miedo. Toda la euforia de Babidi se esfumó.

—¿Cómo que... no? —dijo perplejo.

—Ya no soy Majin Buu. Simplemente, soy Buu.

Con una sonrisa casi maléfica, señaló con un dedo a Babidi y añadió con calma:

—He de decirte que en mi universo te maté. A ti, te devoré —dijo señalando a Dabura—. Y a ti, Majin Buu, te absorbí.

—¿Co... Cómo es eso posible? ¿¡Cómo osaste poner una mano encima de tu amo!?

Bu extendió un brazo apuntando a Babidi y su mano se iluminó. Preparaba un ataque de Ki.

—Yo no tengo amo —dijo amenazadoramente a Babidi, quien, estaba asustado de verdad.

Buu cesó su demostración bajando el brazo. Sin decir ni una sola palabra más, se preparaba para volver a su espacio: el cuarto universo.

—¡Un segundo! —gritó Goku como si estuviera hablando con una persona ordinaria—. ¿De verdad que has absorbido todo lo que existe en tu universo? ¿También las casas, las islas y los planetas? ¿Has transformado los soles en chucherías?

Buu se golpeó la frente con la mano para maldecirse a sí mismo. Obviamente, siempre se tiene que ser más específico cuando se habla con Goku... Se giró de nuevo hacia el grupo y reconoció a todos los miembros... la joven Videl había cambiado bastante. Los dos pequeños Saiyanos habían crecido y... había nuevos miembros en la familia.

—He absorbido a todas esas personas que considero que tienen un poder interesante. Aquellos que tienen habilidades especiales. En aquella época, si hubiera tenido un poco más de cerebro que este glotón de aquí, hubiera absorbido a Dabura en lugar de comérmelo. Como ya sabéis, hay poca gente en el universo que merece la pena... En resumen: no he absorbido poblaciones enteras... —entonces, quiso hacer un inciso para Videl—: Sí... tu padre aún está vivo.

Sabía que se podía interpretar más como una burla por su manca de fuerza y no como una buena noticia. De todas formas, el padre de Videl seguía vivo en ese universo. No obstante, prefería no dar más explicaciones porque podría convertirse en una extensa conversación, cuyos detalles no complacerían a la muchacha...

El grupo de guerreros no se imaginaría nunca que este Bu, que mató personalmente a todos los Terrícolas con una bola de fuego después de una excusa mala de un Piccolo aterrorizado, ya no era el mismo que entonces.

Babidi, aún horrorizado, miró a Uub y comenzó a partir hacia el espacio 11.

Todos los miembros del universo 18 observaban a los dos Bu sin decir nada. Uub rompió el silencio:

—Iré a disculparme con el universo 19...

Goku estaba ligeramente sorprendido. No dijo absolutamente nada pero lo siguió con la mirada. Cuando Uub llegó al espacio del universo 19, dos hombres se aproximaron a él mientras otro aún retenía el hombre que presuntamente quería increparle. Uub habló durante varias decenas de segundos, disculpándose correctamente e incluso inclinándose. Los dos guerreros con armadura se miraron el uno al otro durante un instante y uno de ellos, después de reflexionar rápidamente con los ojos cerrados y los brazos cruzados, aceptó sus disculpas, aunque fuera de mala gana.

Cuando Uub volvió, Goku le felicitó por haber aprendido la lección. Haberse disculpado por su acto era muy admirable. Respecto a los miembros del universo 19, ¡haber aceptado las disculpas los hacía aún más admirables! Cuando Uub se colocó al lado de su maestro, éste, sonriendo, le puso una mano en el hombro y su alumno le devolvió la sonrisa orgulloso.

Su sonrisa se desvaneció y su expresión se volvió confusa al señalar con su dedo hacia delante:

—¿Ése es Vegetto, verdad? Parece que va a visitar a Buu, al universo 4.

—Hum. Tienes razón —confirmó Goku—. Me pregunto qué va a hacer ahí.

Goten, bien cerca, intervino:

—Tiene una mitad de ti, por lo tanto tendrías que decir: "¿Qué voy a hacer ahí?"

—¿Qué? —respondió Goku enseguida.

—Idiota —replicó Trunks a su lado—, si él es una mitad, tendría que decir... ehm... "qué..." hum... "¿qué voy a medio-hacer ahí? O... ¿Qué voy a semi-hacer ahí?"

Vegeta se golpeó la frente con la mano. ¡Qué infantil! ¡Toda esta expectación para soltar una sandez como esta!

—Suerte que hemos traído ropa de recambio —dijo Gohan a Goku y a Uub.

—Ah, sí, ve a cambiarte —dijo el maestro a su discípulo.

—¡De acuerdo!







Buu sintió cómo Vegetto llegaba. Restaba inmóvil esperándolo cerca del muro que delimitaba su espacio. El Saiyano, sonriendo, lo saludó con la mano a medida que se aproximaba. Al llegar al murito saltó para sentarse encima.

—¡Hola! —dijo simplemente—. No te había visto.

—Yo a ti tampoco —mintió Buu—. Qué interesante...

—¿Verdad que sí? Yo también lo creo. Me imagino que te has percatado de lo del universo 20.

—¿El bloque de hielo? Sí, y me interesa. ¿Por qué?

—Quiero enfrentarme a él.

—¿Y qué?



—Quiero que me ayudes.

—De ningún modo. Este adversario será para mí.

—Venga, déjamelo a mí. Y te prometo que lucharemos.

—Podemos luchar una vez lo haya derrotado.

Hubo un silencio. Ambos guerreros buscaban un buen desafío. Tenían intereses comunes.

—Escúchame. Ya me enfrenté a este guerrero. Quiero volver a combatir contra él.

—Si ya te enfrentaste, ahora es mi turno —contestó Bu señalándose con el dedo pulgar.

—Si luchas contra Broly, rechazo pelear contra ti —dijo Vegetto cruzándose de brazos y girando la cabeza con un aire enfadado.

—No tendrás más remedio —dijo Buu sin argumentos.

—¡Ajà! ¡O sea que puedes hacer trampas para luchar contra quien quieras!

—No finjas. Sé perfectamente que lo sabías.

—Hum. Eres muy espabilado —dijo Vegetto sonriendo.

—No me enredarás. Al fin y al cabo, tenemos muchas cosas en común. Tengo a Vegeta y a Goku dentro de mí. Esta parte de mí está emocionada con la idea de enfrentarme a ti. Goku quiere luchar contra la parte de Vegeta que tienes en tu interior. Y Vegeta quiere luchar contra Kakarotto.

—Si no lucho contra Broly y me toca enfrentarme a ti... abandonaré.

—No serías capaz.

—¡Es evidente que no me conoces! Ser Vegetto es totalmente diferente a, simplemente, tener a Vegeta y a Kakarotto por separado —replicó el Saiyano.

Vegetto se levantó, preparado para marchar. Hizo dos o tres pasos y giró ligeramente la testa:

—Quiero combatir contra Broly en la primera ronda... aún tienes tiempo para pensar. ¡Hasta luego!

Vegetto volvía hacia su espacio, dejando a Buu en su sitio reflexionando en la propuesta del Saiyano. Éste, mientras caminaba, sonreía. Sabía perfectamente que Buu podía hacer trampas para luchar contra quien quisiera. Lo que no sabrá nunca el guerrero es que, diez años antes, Goku, en el universo 18, hizo exactamente lo mismo para poder luchar contra Uub en la primera ronda.







En el centro de control, Vargas y Namekianos se apresuraban para restaurar el ring para el próximo combate.



—La fusión del ring ya está terminada —dijo un Varga delante de su terminal, el cual mostraba el ring como una enorme bola rellenándose de un líquido verdoso.

—Perfecto. Proceded a la solidificación —ordenó un segundo Varga a su lado.

Los datos fueron actualizados en una pantalla de un pequeño Varga azulado. Todo funcionó correctamente durante los minutos que duró la solidificación del ring.

—Nail del universo 10 contra Rikum del universo 8! —anunció un presentador una vez listo todo el proceso.

—¡Caramba! Por fin presenciaremos un buen combate —dijo Piccolo, quien, por primera vez, estaba interesado en una contienda.

«Un buen combate en perspectiva y bien equilibrado—pensó mientras los dos luchadores se preparaban para volar hacia el ring...»

Echó un vistazo al espacio 10. Nail calentaba y hacía ejercicios de estiramientos mientras sus amigos lo animaban, inclusive Cargot, quien había recuperado la consciencia unos minutos antes. El último avisó a Nail de la fuerza que había demostrado Nappa contra él para que fuera con cuidado contra Rikum. Aunque los dos adversarios no fueran del mismo universo, el poder de Nappa demostraba el nivel que podían encontrarse en el torneo.

Después de un gesto de agradecimiento hacia su amigo, Nail voló en dirección al ring en vista de su propio combate...



No hay comentarios:

Publicar un comentario